Mientras pasa sus días en la Unidad Penal V de Posadas cumpliendo una condena de tres años de prisión efectiva por “homicidio culposo”, la ex Miss Argentina Rocío Fiorella Santa Cruz (36) aceptó su responsabilidad en otra causa penal y firmó un juicio abreviado. Ahora sumó dos meses y medio de cárcel por haber viajado al exterior sin autorización judicial apenas un mes después de haber sufrido su primer revés judicial.
Para Santa Cruz quedaron atrás el glamour de las pasarelas y los concursos de belleza. Lo mismo que su trabajo en la AFIP y las noches de diversión en los bares más coquetos de Posadas. Ahora comparte sus días con otras mujeres que están presas por homicidio y tráfico de drogas, entre otros delitos.
La semana pasada, junto a su nueva defensora, logró evitar sentarse otra vez en el banquillo de los acusados. Con la fiscal de Instrucción Amalia Spinnato acordó una condena de dos meses y medio de prisión por el delito de “desobediencia judicial”, una figura penal que establece penas de entre quince días y un año de cárcel.
Santa Cruz fue detenida a mediados de agosto pasado, luego que el Superior Tribunal de Justicia de Misiones rechazara un recurso de Casación que había presentado su defensa pidiendo revisar la condena de tres años de prisión efectiva que le impusieron por haber chocado y matado a un inspector municipal mientras conducía alcoholizada.
La esposa de la víctima y sus hijos.
Los problemas judiciales para la ex modelo comenzaron en la madrugada del 31 de enero de 2016. La mujer retornaba de una despedida de soltera y sobre la avenida Quaranta, en Posadas, embistió a Ramón “Topo” Cabrera (53), un inspector municipal que había finalizado su jornada laboral y se dirigía a su casa. Santa Cruz no detuvo la marcha y ocultó el auto en el garage de su propiedad.
Horas después, la Policía la detuvo en base al testimonio de un taxista que vio el choque y la siguió. Las pericias establecieron que, pese al paso de las horas, Santa Cruz todavía presentaba en sangre una graduación alcohólica superior al límite establecido por la Ley de Tránsito.
En un primer juicio realizado en noviembre de 2018, el juez Correccional y de Menores César Jiménez la condenó a cuatro años de cárcel por el delito de “homicidio culposo”. Para el magistrado, además de conducir alcoholizada, al momento del choque Santa Cruz iba a una velocidad superior a la permitida en esa avenida.
Jiménez sostuvo en su fallo que la pena recién sería cumplida cuando quedara firme. Y le impuso una serie de restricciones a la imputada, entre ellas la prohibición de salir del país sin autorización.
Un mes después, Santa Cruz y su pareja fueron descubiertos volando desde Asunción a Lima. Dos empleados judiciales que formaban parte del pasaje la reconocieron y alertaron al magistrado.
La imputada, durante el juicio. Foto El Territorio.
Rocío negó el viaje pero las pericias sobre su celular, más los informes de Migraciones de Asunción y la línea aérea, corroboraron que efectivamente lo había realizado sin conocimiento de la Justicia.
La fiscal María Laura Álvarez la denunció por “desobediencia judicial” y el juez Balor dispuso la detención. Rocío pasó presa 155 días y recuperó la libertad por un recurso de hábeas corpus presentado ante una jueza Civil y Comercial.
Nueva penaEl primer fallo fue anulado por el Superior Tribunal de Justicia, que quitó el agravante del exceso de velocidad basándose en el margen de error de la pericia policial. En agosto de 2020, otro juez le impuso la pena de tres años pero de cumplimiento efectivo. Ese fallo quedó firme y el 18 de agosto de este año el juez Juan Manuel Monte ordenó que Santa Cruz comenzara a cumplir la condena.
La ex modelo había recibido su primera condena en noviembre de 2018 y apenas un mes después fue sorprendida con su pareja volando hacia Lima. La falta de registros migratorios hace suponer que la joven y quien era por entonces su pareja, también abogado, habían utilizado un paso clandestino de Formosa para salir del país sin dejar rastros.
Al ser descubiertos, optaron por volver rápidamente a Posadas. No obstante, las pruebas sobre su viaje eran de tal contundencia que ahora Santa Cruz optó por reconocer su culpabilidad.
EMJ
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