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viernes, 29 marzo, 2024

Talleres, River y una definición calcada a la de hace 41 años, en un duelo con mucha historia

“Esta confrontación tiene fundamental importancia para los dos equipos, pero de manera particular para Talleres, que necesita la victoria para disminuir la ventaja que le lleva el puntero. En caso contrario, de ganar River se alejaría a seis unidades y daría un paso fundamental hacia el título”.

Aunque este párrafo puede formar parte del anuncio del partido del jueves entre Talleres y River, en realidad fue publicado en Clarín el 29 de junio de 1980 en la previa de otro duelo que tenía al Millonario líder a cuatro unidades del equipo cordobés. Entonces, jugaron por la 26a. fecha y aún faltaban disputarse otras 12. Además, cada victoria valía dos puntos, no tres como ahora.

En aquella ocasión, la T era la sensación, junto con Platense y Argentinos, del torneo Metropolitano IV Centenario de la Ciudad de Buenos Aires, all que había accedido por primera vez gracias al norma 1309 de la AFA en 1979 que le permitía a los equipos indirectamente afiliados acceder al tradicional torneo de Liga si accedían a las etapas finales del torneo Nacional en dos ocasiones seguidas o tres alternadas. Desde 1974, Talleres era siempre animador, tanto que en la lista del Mundial 78 aportó cuatro jugadores.

Ganó River 1-0 con gol de Pedro González a los 30 minutos del segundo tiempo. “No. Todavía no me siento campeón”, dijo el goleador tras la victoria y agregó: “Estoy seguro que estos puntos nos acercan mucho al título, pero tenemos que seguir jugando de la misma forma”.

Pedro González y el festejo de River ante Talleres en Córdoba en 1980.

Al cabo, el equipo de Angel Labruna, que ya el año anterior había sido bicampeón tras ganar el Metro y el Nacional, logró el tricampeonato, Argentinos, con Maradona, quedó segundo por diferencia de gol y los mismos puntos que Talleres. En los torneos de Primera División, esa fue la única vez que el choque entre ellos defendía gran parte del futuro del campeonato, como ahora.

Angel Labruna, en andas, festejando el título de 1975.

El nombre de Angel Labruna está unido al enfrentamiento en otros partidos históricos entre ellos. Uno, el primer partido oficial, el 12 de octubre de 1969, también en Córdoba pero en el Barrio Jardín. El Feo cumplía su segunda etapa en el banco millonario. “El empate, una hazaña para Talleres”, tituló Clarín. Es que River ganaba 2-0 con goles de Oscar Mas y Daniel Onega, pero en la parte final el local logró igualar a través de Antonio Del Río y Eladio Rodríguez.

Daniel Onega, autor de un gol en el primer Talleres-River oficial.

Cinco años después, en el Nacional 74, el que dirigía a Talleres era Labruna. Se enfrentaron en la última fecha, el equipo cordobés estaba casi clasificado con 23 puntos,River se ubicaba cuarto con 19 unidades, necesitaba ganar y esperar que pierdan además Newell’s y Gimnasia, que tenían 21.Pero la T de Angelito era un violín y mucho más de local, invicto y con una racha de seis victorias seguidas. Se impuso 2-1 con goles de Miguel Patire y Oscar Fachetti y luego descontó el Puma Carlos Morete. Talleres jugó el octogonal final (entraban los dos primeros de cada grupo), que ganó San Lorenzo, mientras que River terminó quinto y no se clasificó.

Al año siguiente, en cambio, ambos se encontraron en el octogonal final. El Millo venía de coronarse campeón después de 18 años con Angelito como entrenador, y el equipo cordobés seguía siendo uno de los mejores del Interior. En la primera fecha de aquella etapa de definiciones, River se impuso 1-0 en cancha de Vélez con gol de Daniel Passarella.

El último recuerdo también pertenece a la década del 80. Pero no se trató de un duelo por el título sino de la acumulación de campeones del mundo que tuvo el enfrentamiento. La curiosidad la rescató el colega Gustavo Farías hace unos años en la Voz del Interior de Córdoba.

El 30 de septiembre de 1981, por el torneo Nacional y en el actual Mario Alberto Kempes, entonces estadio Chateau Carreras, hubo 9 campeones del mundo entre los 22 titulares: Mario Kempes, Daniel Passarella, Luis Galván, Ubaldo Fillol, Daniel Valencia, Norberto Alonso, Américo Gallego, Miguel Oviedo y Héctor Baley. Y otros dos que lo serían en 1986: José Luis Cucciufo y Julio Olarticoechea. Además de dos campeones juveniles en 1979: Ramón Díaz y Abelardo Carabelli.

En los bancos, otra vez Labruna en el equipo cordobés, y Alfredo Di Stéfano, que llegó al club para reemplazar al Feo y se dio el gusto luego de ganar un nuevo título con el el club en el que se formó, ahora como entrenador. El 0-0 fue lo de menos, que jugó mejor el local y por eso Labruna no dudó en afirmar: “El culpable de este empate fue Fillol”.

Cuatro décadas después, River y Talleres vuelven a estar en la misma sintonía y son protagonistas del principal torneo del fútbol argentino.

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