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Un encuentro entre Celso Amorim, el conocido asesor internacional del presidente Luis Inacio Lula da Silvia, y representantes especiales de la República Islámica de Irán, que tuvo lugar en Rusia días atrás, despertó nuevas preocupaciones en sectores del gobierno argentino que mantienen estrechos vínculos con agencias occidentales en Europa y EE.UU. que siguen estos asuntos.
Clarín pudo saber de altas fuentes que aquí observan con desconfianza y alta preocupación los acuerdos bilaterales que conversan Brasilia y Teherán -lo que le fue advertido ya al gobierno de Alberto Fernández-, sin que la Argentina sea participada por sus vecinos de información altamente sensible. Consideran que esta puede afectar las fronteras regionales como ya ocurre con la presencia iraní en Bolivia.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich ha denunciado reiteradamente la presencia en la región de Hezbollah, la milicia chiita respaldada por Irán.Y la inteligencia local está elaborada a un plan para neutralizar su eventual acción en suelo argenitno.
La reunión de Amorim tuvo lugar en San Petersburgo el 11 de septiembre. Y fue, como se observa en la foto que publica este diario con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (SNSC) de Irán , Ali Akbar Ahmadian.
La única información que trascendió la publicó la agencia oficial persa IRNA que confirmó una reunión para “fortalecer las relaciones políticas, económicas y de seguridad”.
El encuentro no es el primero según supo Clarín de las fuentes locales y ocurrió en los márgenes de la 14ª Reunión de Altos Funcionarios de BRICS -al que Javier Milei declinó entrar-. Participaron responsables de Asuntos de Seguridad y asesores de Seguridad Nacional.
En la reunión entre Irán y Brasil “discutieron la profundización y fortalecimiento de la cooperación bilateral en economía, comercio, ciencia, tecnología e industrias avanzadas”, escribió IRNA, que también consigna el plan del bloque que integran de manera inicial Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica -y está en plan de expansión. De hecho los iraníes están entrando ahora y se busca, afirman, «alternativas a las políticas mundiales existentes dominadas por Occidente, incluidas las relativas a la economía, que el bloque considera unilaterales». Entre estas alternativas, buscan la desdolarización de las economías, lo contrario a Milei.
La actitud de Amorim, más radicalizado y a la izquierda de lo que ya estaba cuando fue canciller y ministro de Defensa en los anteriores gobiernos del líder del PT, contrasta con la actitud de los militares brasileños -aliados a EE.UU.- y con la de Itamaraty, que intenta compensar el posicionamiento del Planalto aunque con aval de este mismo claro-.
Para el caso, el discurso del embajador Julio Bitelli del pasado lunes 16 de septiembre en el Teatro Colón donde festejó el Día Nacional de Brasil intenta reflejar el escenario de una histórica relación bilateral. “En estos más de dos siglos de relaciones bilaterales, hemos vivido un poco de todo. Tiempos de rivalidad y tiempos de alianza, tiempos de desconfianza y tiempos de cooperación. Tiempos de Pelé y tiempos de Maradona. Pero, sobre todo, cooperación. Amistad y cooperación. Todo nos une, nada nos separa, dijo Roque Sáenz Peña en 1910. La frase ineludible… Ojalá fuera siempre así… Ojalá Sea siempre así…”, dijo en su expresión de deseos Bitelli.
Ayer, 16 de septiembre, celebramos el 202º aniversario de la Independencia de Brasil en el Teatro Colón de Buenos Aires, con la presencia de autoridades como Guillermo Francos, Gabriela Ricardes, Leopoldo Sahores y Daniel Scioli, entre otras. #IndependênciadoBrasil pic.twitter.com/6Ftgt5twik
— Brasil en Argentina (@BrasilBAires) September 17, 2024 Aún así, y pese a las gestiones de los diplomáticos argentinos y brasileños, la mala relación de Javier Milei con Lula da Silva persiste. También preocupa en las instituciones la nula relación con el gobierno socialista de Luis Arce. A ello hay que sumar que el Libertario es el único presidente que se expresa en la región apasionadamente en favor de Estados Unidos e Israel. Un caldo de cultivo en la región que exacerba las desconfianzas mutuas. El estrechamiento de los vínculos militares de Bolivia con Irán y los de éstos con la dictadura de Nicolás Maduro no hace más que empeorar la situación.
“Los autoritarios se acercan y estrechan su cooperación para socavar La Paz Americana y el existente orden internacional”, dijo el experto sobre asuntos de Terrorismo y Hezbollah Emanuel Ottolenghi, consultado por Clarín. “Hay dos guerras calientes y una que se acerca en el mundo, Ucrania, Oriente Medio y Taiwán. Cada una puede escalar hasta un conflicto mundial. Los autoritarios se están alineando y cooperan más que nunca a pesar de sus pasadas rivalidades y divergencias de interés,” agregó y consideró preocupante aunque no nuevo el alineamiento de un sector del gobierno de Lula, como el que encabeza Amorim a la República Islámica de Irán. Ottolengui subrayó que existe una fuerte penetración económica, ideológica, cultural y de seguridad de los países autoritarios en Latinamérica
Por cierto al agravarse la nueva guerra de Israel contra Hamas y Hezbollah en Oriente Medio, la Cancillería diseñó un plan de evacuación de las embajadas de Argentina en Líbano, Israel, Irán y Siria, según pudo saber este diario. También el Presidente Milei tiene su propia seguridad ultra reforzadas. Lo mismo las instituciones de la colectividad judía, por consejo de las fuerzas de Patricia Bullrich y por consejo de las agencias en EE.UU.
Esta semana, en el marco del masivo ataque israelí a los militantes de Hezbollah a través del sistema de beepers hubo falsas alarmas de bomba que se recibieron en las embajadas argentinas en el exterior.Algunas alertaban de posibles atentados. No hubo nada real. Pero la amenaza persiste.
Argentina mantiene abierto un conflicto bilateral especial porque Teherán se niega a colaborar con la causa judicial por el atentado terrorista a la AMIA (1994, 85 muertos), en el que la justicia mantiene bajo acusación como responsable de éste y del ataque a la embajada de Israel (1992, 29 muertos), a Hezbollah -proxy iraní en el Líbano- y a ex y actuales funcionarios persas.
No existen vínculos fluidos, más que los reclamos judiciales de Argentina por la causa Amia, y alguna comunicación puntual por temas coyunturales. Existe sí un curioso comercio triangular.
Por su parte, con su estilo más confrontativo, Milei pidió cambio de turno para su discruso en Naciones Unidas del martes próximo, donde hablará ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Ocurre que no se quiso cruzar con el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, que hablaba después de él. Ahora, ni se verán.