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viernes, 29 marzo, 2024

Insisten en vacunar contra el VPH a niñas y niños a partir de los 11 años, para prevenir el cáncer de cuello de útero

Provinciales 25/03/2023, 20:20hs. La oncóloga clínica Ana Laura Mendaña, insistió en la importancia de la inmunización de los niños antes del inicio de las relaciones sexuales y en el caso de las niñas, complementarla con el control ginecológico –colposcopía y PAP-, al menos una vez por año. En Argentina, “es el tercer tumor más frecuente en mujeres y es la principal causa de muerte por cáncer ginecológicos”, resaltó. POSADAS. La médica oncóloga Ana Laura Mendaña, integrante del equipo de ginecología oncológica del Instituto Alexander Fleming, dialogó con el Noticiero Central de MisionesCuatro este jueves, insistiendo en la importancia de la detección temprana y tratamiento precoz del cáncer de cuello uterino, al tiempo que pidió a la población, que se vacune a los niño y niñas de 11 años contra el virus de papiloma humano (VPH), cuyos cuatro subtipos 16, 18, 31 y 33, ocasionan el 99% de los cánceres uterinos.

Mendaña explicó que este tipo de cáncer es un “crecimiento anormal que se produce en las células del cuello uterino, que es la porción inferior del útero de la mujer. El 26 de marzo es el día para concientizar (sobre la enfermedad)”, puntualizó la oncóloga. Y añadió que el cáncer de cuello uterino es “el tercer tumor más frecuente en mujeres y es la principal causa de muerte por cáncer ginecológico”.

Para la médica es crucial hablar y concientizar sobre esta enfermedad que “afecta a mujeres jóvenes”, con “la mayor incidencia en mujeres de entre 25 y 50 años de edad. Es prevenible y detectado a tiempo, tiene altas tasas de curación. Es muy importante hablar de esta enfermedad y conocerla”, destacó.

Ante la consulta, Mendaña explicó que “en el 99% de los casos, la enfermedad se da por la infección con el virus HPV o VPH (virus papiloma humano) que es de transmisión sexual. Es muy frecuente, todos, probablemente, hemos tenido contacto con este virus. Tener el HPV (o VPH) no es sinónimo de tener cáncer”, aclaró la especialista.

“En la mayoría de los pacientes, el propio cuerpo es capaz de eliminar al virus o evitar que genere un daño mayor. Pero en un 5% (de los pacientes) esta infección viral puede producir alteraciones y daños en las células del cuello uterino, que con el paso del tiempo pueden transformarse en una lesión tumoral maligna”, explicó Mendaña.

En ese contexto, la médica remarcó que “la primera medida para la prevención es evitar o disminuir la infección por VPH. Y esto lo podemos lograr con la vacunación. En nuestro país, desde 2011 en mujeres y en 2007 en varones, como parte del calendario de vacunación nacional, está la inmunización contra el virus del VPH. La vacuna es gratuita y se da a niñas y niños desde los 11 años de edad”, remarcó la médica.

Sobre las inmunizaciones, Mendaña agregó: “Son entre 2 y 3 dosis. Los estudios que ya tenemos demuestran que la mayor efectividad para disminuir las infecciones con VPH y cáncer de cuello de útero, se ve antes del inicio de las relaciones sexuales”.

Sin embargo, “esto no quiere decir que esté contraindicada fuera de esa edad, hay datos que muestran que hay una protección en mujeres de hasta 45 años de edad. Cada paciente puede consultar con su ginecólogo (por la vacuna)”, amplió Mendaña.

Respecto de los síntomas de la enfermedad, Mengaña explicó que “en estadios iniciales no hay síntomas o los mismos son inespecíficos y se pueden confundir con otra patología. Por eso es muy importante el control ginecológico anual, desde el inicio de las relaciones sexuales. Consta de la colposcopía y la toma del PAP”, precisó la médica.

Con la colposcopía, el ginecólogo a través de una lupa puede ver lesiones en el cuello uterino, si los hubiera. Así podrá encontrar “lesiones benignas, alteraciones precursoras que no son cáncer, pero que, si se tratan de la manera correcta, se puede evitar el desarrollo de una lesión maligna. Y en el caso de que se haya desarrollado (las lesiones tumorales), se puede detectar también a través del PAP”, detalló la oncóloga.

“Los síntomas son sangrado anormal, fuera de las menstruaciones, o cualquier sangrado para las mujeres que ya no menstrúan, dolor con las relaciones sexuales, sangrado después de las relaciones, y alteraciones en el flujo vaginal. Cualquiera de estos, se pueden deber a otras causas, pero deben motivar la consulta al ginecólogo”, detalló la médica.

Ante la repregunta, Mengaña aclaró que “la vacuna no impide al 100% los contagios. Hay que seguir haciendo los controles ginecológicos. La mayor efectividad se logra combinando los dos métodos (vacunación y controles) La vacuna no previene todos los tipos de VPH. Hay 100 subtipos de VPH, los de bajo riesgo oncogénico, que son los que generan las verrugas genitales, y los de alto riesgo oncogénico, que son los números 16, 18, 31 y 33. Y las vacunas son dirigidas a esos virus, pero no para todos”, amplió Mengaña.

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