Un perro robot que baila reggaeton, una vincha que lee ondas cerebrales e interpreta emociones y una computadora que resuelve grandes enigmas del mundo en tres pasos. No es ciencia ficción. Son artefactos palpables que tan solo representan una pequeña porción de la vasta cantidad de creaciones que se vieron entre los pasillos del Campus Party.
Destellos azules y verdes brillaban en cada rincón. Computadoras de programación por doquier, televisores con gamers hipnotizados en cada esquina y fanáticos de la realidad virtual con sus oculus deambulaban por el espacio. Cientos de stands con emprendedores y empresas que daban a conocer sus inventos al público. Por estas razones se puede decir que es el “Disney de los geeks” o el “Lollapalooza de la ciencia, la innovación y la creatividad”.
Esta vez el evento, que ya reunió a nivel mundial a más de más de 3 millones de participantes, volvió a Punta del Este, Uruguay, e hizo vibrar al Centro de Convenciones bajo la promesa de “buscar soluciones que impacten y cambien el mundo a través de la tecnología”.
Fue tal la afición y la pasión que hubo récord de asistentes en la ciudad de las palmeras, con un total de 9.000 personas. Familias completas, grupos de amigos y camadas escolares (tanto de primaria como de secundaria) fueron para darle un vistazo a lo que se viene en el futuro —o lo que ya está en el presente, pero todavía no está en lo mainstream—.
La invención de Boston Dynamics: el perro robot.
De hecho, participaron niños y niñas de escuelas rurales del departamento de Maldonado, invitados especialmente por la intendencia. “Apuesto por seguir democratizando el conocimiento”, sentenció Ever Miguez, el director de Campus Party.
La experiencia es non stop. Se extiende durante tres días, en esta oportunidad, del 31 de marzo al 2 de abril. Dentro del predio metálico de techo alto no se ve la luz del sol. Hay actividades las 24 horas del día, entre hackatones con grandes sumas de dinero como premio (como el caso de la empresa Ripio, que organizó uno con U$ 1.200 en bitcoin para los ganadores), workshops y desafíos de innovación.
Gaugan es el programa de NVIDIA que permite dibujar y dar indicaciones, y luego la inteligencia artificial devuelve una foto HD de un paisaje.
Lo curioso es que por el entusiasmo que reúnen los visitantes, unas 500 personas —llamados “campuseros”— decidieron directamente quedarse a dormir para no perder ninguna novedad. Y para eso, de a grupos pequeños o de forma individual se apropiaron una de las tantas carpas en el acampe dentro del predio. “La experiencia completa es dormir acá. Nos trajimos sábanas, almohada y bolsa de dormir. Estamos felices”, cuenta Susana, una de las protagonistas del campamento geek.
“Esta edición fue el regreso a la presencialidad y con ella, después de dos años, hubo una gran tendencia en términos de contenidos: Cripto y Blockchain fueron la estrella”, comentó Ever Miguez, acerca del congreso que ya lleva 83 ediciones en 15 países alrededor del mundo.
Campus Party: los eventos destacados Non stop. Unos 500 campuseros se quedaron a dormir en el evento, que propone actividades las 24 horas.
Un aire de inspiración llegó con el joven catalán Manel de Aguas, performer cyborg y artista transespecie. A través de la cibernética pudo expandir sus sentidos: se implantó dos aletas de pez en su cráneo, que le permiten sentir mediante sonidos los fenómenos atmosféricos, como los cambios de presión, la temperatura o la humedad.
El español fue uno de los 90 oradores que expusieron en los tres escenarios del gran predio, que también supo “volar” hacia la galaxia junto a Sandra Couffman, la directora adjunta de la Dvisión de Astrofísica de la NASA; entender el avance de las criptomonedas o el funcionamiento de los metaversos; comprender junto a Federico Ast cómo funciona Kleros y el sistema de justicia para el metaverso; conocer la creatividad de la inteligencia artificial de la mano de Asier Arranz (de NVIDIA), quien mostró cómo el programa Gaugan crea fotos HD a partir de la indicación de un dibujo; enterarse cómo piensan las máquinas junto a Fredi Vivas; o inspirarse de Julieta Luz Porta, una joven de 23 años que crea modelos sostenibles de negocios científico-tecnológicos con un impacto positivo.
El cierre del evento fue la charla de Paulina Cocina, youtuber con 3,39 millones de suscriptores (sumado a los 3 millones de Instagram y de TikTok). “Empecé hace siete años y el primer año nunca vi una sola estadística. Colgaba los videos en YouTube para guardarlos en la nube y para poder subirlos al blog de cocina que tenía”, reveló la cocinera que tiene más rating que MasterChef.
Caminar por el festival era encontrarse con invenciones, quizás alguna vez exploradas por Julio Verne o Adolfo Bioy Casares en el plano literario, pero ahora en el mundo físico.
De pronto aparecía el perro robot de Boston Dynamics, que se movía de una manera tan verosímil a los movimientos de un canino que le daba una grata impresión a los curiosos que frenaban a saludarlo.
De hecho, su performance culminó el “Día 2” mientras cantaba el trapero Pekeño 77. Dos pasos después vivenciabas una pelea de zumo entre robots; a los tres pasos, el peloteo de Ping Pong entre un aficionado y una máquina; y a los cuatro pasos, interesados en aprender Lengua de Señas a través de un software de inteligencia artificial (creado por Eldes) que capta los movimientos de las manos.
Crónica de Tiffany Del Mastro, oradora del Campus Party, junto a sus colegas Sofía Altuna y Celeste Giardinelli, en el panel denominado “Información y redes sociales: ¿enemigos o aliados”.
SL
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