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domingo, 5 mayo, 2024

Sputnik V: la OMS postergó la evaluación de la vacuna rusa contra el Covid por la guerra en Ucrania

La Organización Mundial de la Salud anunció este miércoles que postergará su evaluación de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus debido a “la situación inestable” que se vive en Rusia, tras la invasión a Ucrania.

La doctora Mariangela Simao, experta en vacunas para esa agencia de la ONU, dijo en conferencia de prensa que funcionarios de la OMS iban a ir a Rusia el 7 de marzo para inspeccionar las instalaciones donde se fabrica la Sputnik V. Pero que no pudieron viajar.

“Estas inspecciones han sido postergadas para una fecha más tarde”, declaró Simao. La guerra entre Rusia y Ucrania comenzó unos días antes de la fecha que habían pactado la inspección.

Para la doctora de la OMS, “la evaluación y las inspecciones se han visto afectadas por la situación”, explicando que la delegación tuvo problemas para reservar vuelos, usar tarjetas de crédito y “otros temas operativos”.

La vacuna Sputnik V todavía no fue aprobada por la OMS. Foto REUTERS

Luego de iniciada la invasión, los países occidentales mayormente cerraron su espacio aéreo a aviones rusos e impusieron fuertes sanciones económicas contra Rusia y sus instituciones financieras.

“Esta situación ha sido hablada con los responsables rusos y se fijará una nueva fecha lo más pronto posible”, afirmó Simao.

La aprobación de la vacuna por parte de la OMS viene postergándose desde hace varios meses, lo que trae consecuencias para aquellas personas que se inocularon con ese fármaco. Uno de ellos fue la prohibición para ingresar a algunos países europeos, que en momentos de aumentos de casos solo permiten a los vacunados con drogas aprobadas por el organismo.

Una autorización, además, le permitiría a la OMS usar la vacuna rusa en el programa COVAX que distribuye vacunas a países pobres, y le daría credibilidad a la Sputnik V, que fue recibida con desdén.

Un estudio, publicado en 2020 por la revista Lancet y en el que participaron más de 20.000 personas, halló que Sputnik V estaba libre de efectos nocivos, que tenía una eficacia de 91% contra infección y que tenía una alta eficacia en la prevención de síntomas severos.

Pero en octubre del año pasado, el regulador farmacéutico de Sudáfrica rechazó la vacuna rusa, citando interrogantes que el fabricante ruso no pudo responder. Las autoridades sudafricanas temían que la tecnología usada en la Sputnik V podría tener efectos nocivos en poblaciones de alta incidencia de VIH.

La Agencia Europea de Medicamentos dice que todavía está evaluando la eficacia de la Sputnik V, que ya fue aprobada en más de 70 países, entre ellos Argentina.

La situación de la Sputnik V en ArgentinaEn las últimas horas se supo que, a 15 meses de la firma del contrato entre Argentina y Rusia por la adquisición de dosis, todavía restan 8,8 millones de componentes por llegar y no se pagaron US$ 75 millones. Así consta en datos del sector a los que accedió Clarín y que se difundieron en un texto de 13 puntos.

En diciembre de 2020, el Ministerio de Salud informó que había cerrado un acuerdo con el Instituto Gamaleya por la adquisición de 20 millones de dosis, luego ampliado en otros 10 millones adicionales a través de una adenda. En ese entonces, se planteó que el costo de cada dosis era de US$ 10, lo que llevó el tratamiento global por persona a US$ 20.

En el informe, además, se detalla que a partir de abril del año pasado, Argentina comenzó la producción de la vacuna en el país, por un acuerdo con el laboratorio Richmond. Fue allí donde se decidió que las 10 millones de dosis extra que se habían firmado en la adenda se producirían a nivel local.

El último cargamento de Sputnik V que llegó al país fue en octubre de 2021. Foto Ministerio de Salud

Según se desprende del sitio web del Ministerio de Salud, Argentina recibió 14,9 millones de dosis desde Rusia y 6,3 millones de Richmond, por lo que restan 8,8 millones de dosis pendientes de entrega. Así, la cobertura de vacunas en relación a la firma del contrato es en torno al 70%, siendo Sputnik el componente más rezagado a la hora de las entregas, de todos los laboratorios con los que firmó Argentina. Desde octubre no ha habido registro de nuevos ingresos de dosis desde el país europeo.

Fuentes del sector aseguran que el contrato total que había cerrado el Gobierno por la adquisición de Sputnik fue de US$ 300 millones. De ese monto, se abonaron primero US$ 140 millones, y luego otros US$ 86 millones, es decir, un 75% del total. Faltan cubrirse otros US$ 74 millones, que no se sabe cuándo se abonarán ni de qué manera.

La situación actual de Rusia, en plena guerra en Ucrania y con todos los mercados internacionales cerrados al gobierno de Vladimir Putin, abren el interrogante acerca de cómo se pagará esa deuda, si algún día efectivamente se termina de pagar. Y también como se enviarán los denominados principios activos con los que se desarrollan las vacunas, aun en el caso de que las produzca Richmond, desde donde deben salir las 8,8 millones de vacunas que faltan enviarse.

“Ante la invasión a Ucrania, queda el interrogante sobre cómo estas restricciones pueden afectar la provisión del componente activo con el que la empresa nacional Laboratorios Richmond envasa la fórmula en el país”, dice el informe.

DD

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